Para mí la Masonería es una forma de entender tanto el mundo como a mí mismo, una referencia constante, pues poco a poco se ha convertido en algo parecido a una filosofía de vida, en algo que me ayuda a vivir y a orientar mi día a día hacia unos valores que desde hace siglos han guiado la construcción del ser humano y la sociedad, ayudándonos a expresar lo mejor de nosotros mismos.

La Masonería pone en nuestras manos un excelente método de autoconocimiento y de trabajo personal. En este sentido también constituye un compromiso conmigo mismo para ser un poco mejor cada día. Por último, el trabajo masónico se basa en una serie de símbolos y de ritos que son una fuente de reflexión constante y de inspiración personal, que poco a poco han llegado a abarcar ciertos aspectos más espirituales, como por ejemplo cuál es nuestro propósito en la vida. Intentar dar sentido a la existencia es una necesidad para una gran mayoría de seres humanos, y creo que la Masonería puede jugar un importante papel en ese sentido.