Antes de ser iniciado como masón, mi idea de la Masonería era que formada por un grupo de intelectuales poderosos, que estaban enfrentados con la religión y que movían los hilos de la política. Y otras historias parecidas.

Tras varias entrevistas, fui aceptado y seguidamente pase por la Iniciación, que es un ritual en el que te transmiten parte de la sabiduría que encierra la Masonería, desde el primer momento me sentí como integrante de una gran Fraternidad, comencé una nueva etapa en mi vida integrada por varios hermanos/as.

Y ahora tras 15 años, soy masón porque comparto con mis Hermanos los pensamientos, sentimientos, descubrimientos, ideas, lecturas…, intentando mejorarnos, escuchando atentamente todas las intervenciones que siempre nos aportan algo en nuestro crecimiento personal,  en nuestro legítimo interés de alcanzar las más altas cotas de Libertad, Igualdad y Fraternidad, con Sabiduría, Fuerza y Belleza.

La Logia la formamos todo tipo de personas con mayor o menor grado de formación, de nivel económico, de todo tipo de profesiones, de diverso nivel intelectual y todos aportamos lo mejor de cada uno, para realizar una Obra en común cuyo desarrollo es lento, pero no deja nadie atrás. Somos personas que de no ser por la Masonería, nunca nos hubiéramos conocido y ahora tenemos un estrecho e invisible vínculo que perdurara toda la vida, aunque nos dejemos de ver, en nuestro interior anida una llama que es eterna, porque nos ha sido mostrada la Luz.

Soy masón porque tras conocer diferentes tipos de asociaciones, a las que alguna aun pertenezco, no he encontrado nada similar, en que tanto espiritual como intelectualmente pueda descubrir cada día algo nuevo que me muestra variados y diversos conocimientos, sin restricciones, aprendiendo a desechar lo falso y aprendiendo a utilizar el librepensamiento y la razón para encontrar mi camino.