La impronta es la impresión, huella o marca dejada por una persona u objeto. Pero también es el aprendizaje adquirido por el reconocimiento de cierto estímulo.
Esta seña o característica peculiar y distintiva nuestra, se pronuncia con el carácter aragonés. El bagaje vital y masónico de los Hermanos y Hermanas de esta Logia ha impreso en ella una forma de trabajar y de practicar los valores de la Institución que son especiales, fuertemente enraizada en lo que se conoce como “nobleza aragonesa”. Y es que la forma de ser y vivir de las gentes de estos valles, llanuras y montañas hace posible una práctica de la Masonería con matiz propio, con una impronta y señas de identidad que ya son típicas de la Logia Librepensamiento de Zaragoza. Muchos son los detalles, tanto en la práctica ritual como en el trabajo moral, que, a través de la comunidad de masones y masonas miembros de este Taller, se han plasmado en el carácter del mismo y le confieren una entidad muy especial para nosotros.
La capacidad para el trabajo colectivo, la conciencia de una comunidad fraternal preocupada por el mundo en su devenir, y el respeto por la tradición, combinado comuna mirada puesta en el horizonte, son algunos de los matices que integran nuestra llamada impronta.
Además, fomentamos la capacidad de aprendizaje continuo, a través del estudio, a través del trabajo y que como masones, conlleva la responsabilidad hacia los demás y hacia un planeta que no solo habitamos, sino que también consumimos y transformamos a través de la empresa humana.
La propiedad más sorprendente de nuestra impronta es la sinergia: el apoyo mutuo que eleva la credibilidad de un individuo al de la Logia. Hemos elegido nuestro camino de mejora con compañeros de viaje, nuestros Hermanos y Hermanas. Ello no quiere decir que aspiremos a una disolución de nuestra individualidad, sino que queremos desarrollarla de forma comunitaria, en fraternidad. El respeto hacia las opiniones diferentes y la mano tendida hacia todo aquel que necesite ayuda son dos de los grandes pilares que sustentan dicha impronta, y son matices propios claves para nosotros.
